Puede que alguién se pregunte porque me llamo Estrellita de Luz,
no es un nombre fruto del azar o elegido por mi, es un nombre
elegido por otra persona para mi. Pero para contar esta historia,
necesito un poco de tiempo...
En algunas ocasiones, sin motivo ni por qué, canciones, olores,
rostros, nombres, pueblos, fechas... quedan grabadas en nuestro corazón como
si lo esculpieran en piedra. Jamás olvidaré el 17/07/2007.
Comenzaba mi primer contrato, recién terminada la carrera,
con la mente cargada de ilusiones y el corazón rebosante de
entusiasmo comenzó una larga lista de primeras cosas:
primeras
guardias, primeros puntos, primeros pacientes... Primera compañera
médico... Ana. Lo que comenzó siendo una relación de odio hacia mí
dado el empanamiento mental con el que uno acaba la carrera,
agudizado por verme sola ante una superpoblación veraniega
de un pueblo de la costa... pasó a ser una relación de amistad profunda,
y amor filial. A ella le debo el pseudónimo de Estrellita de Luz,
ella me bautizó con ese nombre.
Podría contar miles de historias de aquel verano en el que empecé
a ser el esbozo de lo que acabaré siendo, los primeros pasos de una
niña que comenzaba a ejercer una profesión elegida, una vocación
arraigada en su ser.
La Mamola, hoy de camino al trabajo he pasado por allí, por el pueblo
que me recibió cuándo apenas había aprendido a caminar sola como enfermera,
y miles de recuerdos y sensaciones han venido a mi mente...
Por ahora solo os dejo la imagen del que en su día fue mi lugar de trabajo,
ahora sustituido por un centro mucho más moderno que esta pequeña caseta de
socorro situada en la misma arena de la playa...
No te puedes hacer una idea de los mucho que has crecido como profesional, que has madurado como persona y que has luchado como amiga... En pocos años años has dado un salto enorme en tu vida y te debes sentir muy orgullosa, porque nadie lo ha hecho por tí, tú y sólo tú lo has logrado... No nos dejes nunca por las estrellas
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